MI GRAN SUEÑO 

  

Al recordar me traslado a mis cinco años, con una madre y un padre muy amorosos. Pasaban poco tiempo conmigo, debido a que tenían que ir a trabajar, motivo por el cual me dejaban en una guardería. El primer día que me llevaron a la guardería llore como todo niño cuando los padres lo dejan y se van a trabajar, pero después que mis padres se fuero vi un niño que estaba jugando con un balón y me le acerque y le pregunte si podía jugar con él y me dijo que sí. Me entretuve jugando con aquel niño toda la mañana y deje de llorar, cuando regreso mi madre de trabajar le dije que quería un balón, el cual me lo dio el siguiente fin de semana, no lo soltaba para nada, lo llevaba para todos lados.

Fui creciendo con el tiempo y cada vez me gustaba más jugar fútbol, le pedí a mi madre que me metiera en el equipo de fútbol del barrio. En la escuela era un buen estudiante y además un buen deportista. Al momento de conformar la selección de micro fútbol de la escuela me tenían en cuenta, era uno de los mejores, aunque todos mis compañeros jugaban muy bien.

En el año 2009 cuando cursaba cuarto grado llegue a la final de las intercalases con el equipo de mi salón y logramos quedar campeones al ganarle al otro cuarto que había. fui parte fundamental para ganar el partido ya que hice dos goles, quedando así como goleador de las intercalases, ya que casi en todos los partidos anotaba aunque sea un gol, cada vez me fue gustando aun más el fútbol, llegaba de la escuela, hacia mis tareas, ayudaba a mi madre en los quehaceres de la casa y luego salía a jugar fútbol con mis amigos. Los fines de semana que mi padre descansaba, le decía que me llevara a mis amigos y a mi a la cancha del barrio; rara vez decía que si. Cuando mi equipo perdía, me colocaba triste, no me gustaba perder, pero con el tiempo he ido aprendiendo que a veces se gana, a veces se pierde y siempre se aprende.

Una tarde mi padre llego tomado y aun así nos llevo a la cancha, estaba lloviendo y cuando llegamos a la cancha la tableta estaba mojada. Cuando comenzamos a jugar mi padre se resbalo y se dio un golpe demasiado duro y nos dio demasiada risa.

Mientras tanto entrenaba dos días a la semana en el equipo en el que mi madre me había metido. Alcance a jugar en distintos campeonatos, ligas y torneos de la ciudad en los cuales el entrenador nos inscribía. Llegamos a distintas finales ganándole a equipos reconocidos de la ciudad como Quinta Oriental, Chamitos, Aniversario, entre otros, pero solo dos veces logramos ser campeones.

Un año más tarde en la escuela, cuando cursaba quinto grado logramos legar nuevamente a la final, tras haber ganado dos a uno en semifinales a cuarto grado. En ese partido anote un gol, quedando nuevamente como goleador. La final fue una semana después, la cual perdimos contra el otro quinto.

Ese mismo año el profesor de Educación física me incluyo en la selección de la escuela, para jugar los intercolegiados, el cual estaba conformado por cinco sedes y se jugaban dos partidos contra cada sede. Ganamos la mayoría de los partidos y llegamos a la final, la cual perdimos contra la sede N°2. Con el paso de los años seguí entrenando y aprendiendo muchos valores como persona y como deportista.

A diario me gusta ver partidos por televisión y cada vez me motivo mas a ser futbolista profesional. Así como hay motivaciones también hay situaciones que me llevan a pensar que no voy a lograr ese sueño, como por ejemplo la situación económica y que en la ciudad de Cúcuta son pocas las posibilidades, ya que el gobierno no brinda apoyo a los niños y jóvenes que se destacan en el deporte. A pesar de los obstáculos que se me presenten seguiré  en busca de este sueño y haré todo lo posible para conseguirlo.